La vida delictiva del pastor José Viña, muerto por Covid este jueves.

José Isaías Viña, conocido para sus seguidores como "apostol" perdió la batalla contra el #covid_19 esté jueves, así lo dio a conocer a través de sus redes sociales el Psicoterapeuta y Jurista Leonardo J. Rincón, @leojrincon con una descripción que dice "Que Dios te perdone".

El reconocido defensor de los derechos de las familias quién es presidente de la Fundación Odenaf y jefe de la cartera familiar venezolana contó su trágica historia familiar a consecuencia de una estafa millonaria hecha por José Viña, pastor de la "Iglesia Estableciendo El Reino", a su madre cuando Rincón, tan solo tenía unos 11 años de edad, narra la dolorosa historia identificando al "apóstol" como una persona con mucha maldad, "un lobo vestido de oveja" que ahora le tocará rendirle cuentas a Dios.

Texto del post original: 

"Que Dios te perdone por tanto daño que hiciste "Pastor" José Viña.

Usted arruinó a mi familia con un supuesto negocio que le ofreció a mi madre cuando tan solo tenía como 11 o 12 años. Mi en medio de su ignorancia le brindo toda su confianza y le entrego todo lo que tenía.

Mi madre logró con mucho esfuerzo reunir y con apoyo cercanos comprar prendas de oro para la venta, ella le financió una a éste señor, que con si labia y engaños de multiplicarle el dinero y usando a Dios se escudó, la convenció de "ayudarla", vivíamos en una humilde casa en el Barrio El Silencio y pues recuerdo que nos cansamos de ir a la casa donde vivía alquilado en El Silencio hasta que se mudó. Robaste, estafaste a una madre soltera, con un niño y embarazada una mujer que se puede decir que vivía en pobreza extrema y su oportunidad de brindarme un buen futuro se la robaste. Por tú estafa pasamos una vida muy dura y difícil los años siguientes, mi madre no se pudo recuperar y termino deprimiendose. La historia es larga, el aprendizaje también.

Ya siendo hombre, trabajando en la antigua DISIP decidí vengar lo que nos hiciste cuando tenias la óptica en el mercado los Cactus, pero frente a ese local sentí en mi corazón que debía dejarle a Dios la justicia que merecías.

No mereces honra. Este señor fue una muy mala persona y nunca tuvo al menos la dignidad de resarcir los daños y pedir disculpas. Se hizo de dinero con el patrimonio de mi madre.

¡Te llego la hora de rendirle cuentas a Dios!"


A su vez hizo mención de la solicitud que planea realizar a las órganos competentes para revisar su historial de estafas y bienes ilícitos producto de familias afectadas, que con los años le hizo de un edificio de apartamentos, un colegio privado, ópticas, entre otros negocios comerciales.

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